Bueno, pues ya hemos pasado otra semana en casa. Personalmente, la he llevado bastante bien. Estos días, no tengo mucho trabajo de la universidad, porque han tenido que adaptar la actividad formativa el ámbito online y hasta hace pocos días no teníamos plataforma para las clases online. Pero desde entonces, cada mañana me conecto y, vía Google Classroom, los profesores dan sus clases como pueden y gestionan esta situación como buenamente pueden.
Así que, esta semana, me he dedicado a ese selfcare que a veces se nos olvida y es muy importante dedicarnos unas horas a la semana para cuidar nuestro cuerpo y mente. Para ello, yo he retomado la meditación y el yoga. Cada mañana, después de desayunar, pongo la esterilla en el comedor y procuro hacer una clase en el canal de Xu Lan en YouTube. Mi nivel es muy básico, por el momento, pero espero que con constancia pueda llegar a hacer posturas difíciles.
Otro cuidado con el que me he deleitado esta semana ha sido el skincare. He intentado reforzar un hábito que había perdido, el de cuidar mi piel y mi cara, como solía hacer antes de irme de Erasmus. Cada noche, antes de ir a dormir, uso mi exfoliante facial favorito. Es de Garnier, os lo dejo en este link para que lo cotilleéis. De esta forma, limpio mi piel en profundidad y así luego al aplicar la crema de noche, se absorbe mejor. Yo uso una de Nivea, desde hace ya unos meses y, la verdad, va muy bien. Recordad que nunca se es demasiado joven para cuidar la piel del rostro y que cuanto más hidratada esté, será más flexible y se retrasará la aparición de arrugas.
Por último, mi cuidado favorito ha sido el baño de espuma, copa de vino en mano, velas aromáticas alrededor, luz apagada y música relajante de fondo. Ha resultado ser algo terapéutico, un momento de no pensar en nada, tan solo centrarme en la respiración, escuchar la música e intentar dejar la mente en blanco.
Aquí dentro me puedo tirar alrededor de una hora. No salgo hasta que el agua se enfría. Mi consejo es que echéis tres puñados de bicarbonato sódico en el agua, junto con el gel de ducha. De esta forma, la espuma dura más y el bicarbonato ayuda a desinflamar y exfoliar la piel. Otra de mis opciones favoritas son las bombas de baño de Lush. De vez en cuando se convierten en un capricho ideal para mimarnos con un baño diferente.
Así que ya sabéis, aprovechad este tiempo en casa para reconectar con vosotrxs mismos.
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